viernes, 2 de octubre de 2009

El Duque quiso ser Rey


En las siguientes líneas quisiera dar a conocer un suceso ocurrido en nuestra tierra, y que es desconocido por la gran mayoría de andaluces, un hecho que pudo suponer un cambio de rumbo en el devenir de nuestra tierra, que nunca se sabre si hubiese sido para bien o para mal.
Año 1641, el Imperio Español de los Austrias está en plena decadencia, inmerso en la Guerra de los 30 años, con una rebelión en Cataluña que amenaza con la sedición de la región, y un Reino de Portugal inmerso en una guerra civil para lograr su independencia del Imperio, con D. Juan IV como rey lusitano, unido a la mala situación económica y a la poca atención del monarca en los asuntos de estado, los cuales eran controlados por el valido de su majestad, el Conde-Duque de Olivares. Observamos una situación perfecta para que se den revueltas, motines, conspiraciones,…, siendo uno de los hechos más inesperados la conspiración urdida por el Marqués de Ayamonte y el Duque de Medina Sidonia, con el objetivo de separar Andalucía del resto del Imperio, creando un reino independiente.
Los conjurados contaron desde el primer momento con el apoyo del rey de Portugal, cuñado del duque de Medina Sidonia, y los gobiernos de Francia e Inglaterra con los cuales mantuvo relaciones, para que apoyaran al duque en su objetivo de coronarse rey de Andalucía., y a su vez desmembrar y debilitar a la Monarquía Hispana.
La conspiración tenía visos de llegar a buen puerto, pero la desgana en la intervención del duque en su defensa de la frontera portuguesa, levantó sospechas en la corte sobre una más que posible conspiración nobiliaria andaluza, conspiración que queda confirmada cuando un antiguo servidor del Duque intercepto correspondencia entre el Rey portugués y los conspiradores, el Duque de Medina Sidonia y el Marqués de Ayamonte, llevándole las epístolas al Conde Duque de Olivares, confirmándose así sus sospechas.
El incidente tuvo trágicas consecuencias para el Marqués de Ayamonte, ya que se le aplicó la pena capital, mientras, D. Gaspar Alonso Pérez de Guzmán y Sandoval(foto), Duque de Medina Sidonia, se postró a los pies de Felipe IV pidiendo una clemencia otorgada por el monarca, a cambio de una confiscación de parte de sus bienes y de mandarle a vivir en la corte, así como a realizar un humillante acto de desafío al rey portugués para lavar su honor.
Y fue así como se frustró los sueños de realeza del IX Conde de Medina Sidonia, evitando que junto con Portugal, Andalucía se hubiese proclamado como un nuevo reino independiente de la corte española.