viernes, 23 de mayo de 2014

Sistema Defensivo Contemporáneo del Campo de Gibraltar: El Muro del Estrecho.


Después de un largo y prolongado tiempo de ausencia debido a diversos motivos, volvemos a actualizar el blog con una nueva entrada que esperamos sea del gusto de nuestros lectores

Búnker que protege una cala de la Colada de la Costa (Tarifa, Cádiz).

Quizás a muchos de vosotros os suene la línea Maginot o la Muralla Atlántica. Estas nomenclaturas corresponden a sistemas defensivos construidos por Francia y Alemania respectivamente. El primero de ellos en los años veinte del pasado siglo para proteger el territorio francés de una nueva invasión alemana, el segundo construido por los alemanes en las costas francesas tras la invasión del país galo durante la II Guerra Mundial, y cuyo objetivo no era otro que asegurar las costas de la Francia ocupada ante un desembarco de tropas británicas. Como se pudo ver ambos sistemas no cumplieron sus objetivos pero quedaron en la memoria como prodigios de ingeniería militar convirtiéndose en referente de innumerables tratados de arquitectura militar. A semejanza de estos sistemas europeos en España también se construyeron líneas de defensas para contrarrestar posibles ofensivas enemigas, aunque al contrario que lo ocurrido que los sistemas antes mencionados no tuvieron la misma repercusión. En 1939 se comenzó a construir la “Línea P” o “Línea de los Pirineos”, con el objetivo de asegurar la frontera hispano-francesa, y casi al mismo tiempo en el sur peninsular se comenzó a construir el sistema defensivo que nos ocupa en esta entrada: el Sistema Defensivo Contemporáneo del Campo de Gibraltar.


Búnker y pasillo protegido ubicado en el cerro del Camorro (Tarifa, Cádiz).

            Finalizando la Guerra Civil Española se detectaron numerosos movimientos en la orilla norte del estrecho de Gibraltar de las marinas de Gran Bretaña y Francia, esto junto al trasiego de tropas y materiales bélicos en la colonia británica sembró la alarma en los altos mandos del ejército golpista pues sospechaban  una inminente invasión anglo-francesa. Esta situación derivó en una movilización masiva de las tropas establecidas en el Campo de Gibraltar y en el inicio de la construcción de un sistema de defensa que protegiera la frontera sur del país.


Cañón inutilizado que perteneció al acorazado Jaime I y que fue reciclado como artillería de costa. Situado en la 9ª Batería de Costa (Tarifa, Cádiz).

Para la realización de las obras se contó con la creación de la Comisión de Fortificación de la Frontera Sur dirigida por el general Jeveneois, entre mayo y diciembre de 1939. En 1940 el trabajo es continuado por la Comisión Técnica del Estrecho, bajo el mando del Gobernador Militar del Campo de Gibraltar. Por último es la Comisión de Fortificación y Artillado de la Orilla Norte del Estrecho quien toma la responsabilidad del sistema defensivo.


    
Vista desde el interior de una plataforma para ametralladoras. 8ª Batería de Costa (Tarifa, Cádiz).

El sistema campogibraltareño se extiende por la costa gaditana desde Guadiaro hasta las playas oeste de Conil. Es un sistema homogéneo donde el hormigón es el material predominante y que está compuesto por más de 500 fortines, murallas de casamatas, pozos de tiradores, plataformas artilleras, barracones, almacenes, puestos de mandos, y kilómetros de pistas de carreteras y trincheras, que aunan modelos europeos, especialmente alemanes, y la experiencia de la Guerra Civil. Un muro cuyo objetivo era anular cualquier intento de invasión a través de la costa norte del Estrecho e incluso ayudar en una hipotética ocupación del Peñón de Gibraltar por parte del eje italo-alemán como la planteada en la operación Félix en 1940, la operación Illiona en 1942 o en la operación Gisela de 1943.


  
Búnker de Atlanterra (Tarifa, Cádiz).

La muralla del Estrecho estaba organizada en tres sectores: sector de Tarifa, sector La Línea-San Roque y el sector Algeciras. A su vez, cada sector contaba con tres líneas de defensas que impidieran la futura invasión. La primera línea se establecía a pie de playa y en los accesos desde ésta a la carretera Algeciras- Cádiz; la segunda se ubicaba de forma más o menos paralela a la primera y a unos aproximadamente 600 metros de distancia y su objetivo era evitar el avance enemigo por los valles perpendiculares al mar, la tercera y última línea se colocó a unos 800 metros de la segunda como mínimo siendo la más fuerte.

Plataforma de ametralladora y pasillo protegido. 8ª Batería de Costa (Tarifa, Cádiz)


Interior de un puesto de observación en la 9ª Batería de Costa (Tarifa, Cádiz)

Para la construcción de esta enorme obra se contó con la  mano de obra de aproximadamente 15000 prisioneros republicanos procedente de los Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores existentes en el sur de la provincia de Cádiz como los de Punta Paloma (Tarifa), el Campamento de las Eras (Algeciras) o el de Jimena de la Frontera, que en condiciones de semiesclavitud eran obligados a erigir estructuras con el claro propósito de proteger al estado franquista de una invasión que recuperara la democracia para España, y les devolviera a ellos su pérdida libertad.

Presos republicanos transportando los cañones que formaran parte de las baterías de Paloma (Tarifa, Cádiz). Foto extraída del grupo de Facebook "Historia de Tarifa en Imágenes".

Hoy en día podemos encontrar numerosas estructuras de lo que fue aquella mastodóntica obra, que nunca entró en acción salvo para realizar alguna que otra maniobra del ejército, por toda la costa gaditana pero es en el Campo de Gibraltar donde la presencia de lo que antaño fue el Muro del Estrecho es más importante. Un ejemplo único de arquitectura militar que ha día de hoy permanece en el más absoluto abandono y que bien podría tener una función distinta para la que fue concebida. Los aproximadamente 271 búnkeres que se localizan en la actualidad deben de ser utilizados como objeto de estudio, divulgación y aprovechamiento turístico para una zona donde la economía no es muy boyante. Tampoco debemos dejar de lado el trabajo y sacrifico de miles de presos represaliados a los que se les aplicaba esa máxima hitleriana de que “el trabajo os hará libre”, por lo que algunas de estas estructuras deberían de servir como homenaje y recordatorio a esas miles de personas y de esta formar evitar que el españolito de a pie olvide que son numerosas las infraestructuras civiles y militares  que fueron levantadas por hermanos condenados por defender un gobierno legítimo nacido de las urnas.

Búnker de Santa Catalina en el centro urbano de Tarifa.


Fuentes
Algarbani Rodríguez, José Manuel, 2008, “Los Bunkers del Estrecho y los prisioneros republicanos”, Almoraima, 36, 451-460.
Sáez Rodríguez, Ángel. J, 2011, “España ante la Segunda Guerra Mundial. El sistema defensivo contemporáneo del Campo de Gibraltar”, HAOL, 24, 29-38.

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