José González era tahonero de profesión y pendenciero por naturaleza. En cuanto podía hacía tropelías en su trabajo como manipular el peso del pan que fabricaba y vendía. Pero en una de estas dio con el regidor Don Pascual de Arteaga y Bazán, diputado del gremio de panadería y caballero de la Orden de Santiago. El regidor ya había conminado al tahonero que dejase sus actividades de latrocinios en su profesión, por lo que debido a las múltiples advertencias se vio obligado a prohibirle que amasase y vendiese más pan. José González fue el día 5 de febrero de 1800 sobre las 6 de la tarde al juzgado de pescadería para solicitarle el perdón de la prohibición de la venta de pan jurando que no volvería a engañar. Como fuese que Arteaga y Bazán se mostrara inflexible, el tahonero le clavó un puñal al lado del corazón poniendo fin a la vida del regidor. Fue tal el ensañamiento de la puñalada que atravesó hasta el sillón en el que estaba sentado el juez. Al día siguiente se pregonaba por las calles gaditanas el ofrecimiento de una recompensa de seis mil reales al que vivo o muerto lo pusiese en manos de la justicia. Lo curioso es que del tahonero nunca más se supo.
Bibliografía: Historia de Cádiz y su provincia, Adolfo de Castro
Nombres antiguos de las calles y plazas de Cádiz, Adolfo de Castro
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