Las Cortes de Cádiz en su Decreto de 22 de abril de 1811 aprobaban por unanimidad un decreto por el que abolían la tortura y las prácticas de afligir y molestar a los reos conocidas como apremios. No obstante con la vuelta al poder de Fernando VII, el decreto de 4 de mayo de 1814 dejaba nula la Constitución y en consecuencia el Decreto anterior. No obstante la tortura era algo caduco en Europa, por lo que no hubo problemas en aprobar la Real Cédula de 25 de julio de 1814 que abolía la torura judicial y los apremios.
Decreto de 22 de abril de 1811 |
1 comentario:
Desgraciadamente veo que algunos personajes de los cuerpos de seguridad del estado no se han dado cuenta de este tema
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